Queridos hermanos y hermanas:Como miembros del cuerpo de Cristo, la Iglesia y todos sus hijos e hijas, hemosestado padeciendo un tiempo de duras pruebas. A medida en que continuamospracticando el distanciamiento social para limitar la propagación del coronavirus,les escribo hoy profundamente agradecido por todos ustedes, los fieles del sureste de Michigan, que han recorrido el camino del amor mutuo, en especial por los másvulnerables, por sacrificar el asistir a misa todos juntos durante estas últimassemanas. Gracias por su testimonio y por su fe.

Muchos de ustedes han compartido su tristeza y su gran deseo por regresar a misa.Sepan, por favor, que escucho sus anhelos por recibir la Eucaristía y he orado porello al discernir cada paso que la arquidiócesis de Detroit ha dado en respuesta a esta pandemia. Comparto con ustedes las ganas de regresar a una vida litúrgica normal y restablecer la abundante vida comunitaria y espiritual de nuestrasparroquias y escuelas.

Agradecemos a Dios que las misas públicas serán posibles una vez más en algunasdiócesis que han sido menos afectadas por esta pandemia. Aunque nosotros notenemos una fecha fija todavía para reanudar las celebraciones públicas aquí,tengan por seguro que continuaremos vigilando la incidencia del coronavirus en el sureste de Michigan y seguiremos las directrices de los funcionarios de salud locales y de las autoridades civiles. Reanudaremos las misas públicas y los demás eventos parroquiales cuando estemos seguros de que esto no generará un riesgoinnecesario a la salud y bienestar de los miembros de nuestra comunidad.

Mientras tanto, vamos a fijar nuestra mirada hacia adelante con alegría y esperanza al regreso gradual a la normalidad. La semana pasada publicamos lasdirectices litúrgicas actualizadasen donde se permiten la celebración de bodas,funerales y bautizos siempre y cuando estas se adhieran a las prácticas dedistanciamiento social actuales. Las familias que deseen posponer estos eventoshasta que sea seguro reunirse en grupos grandes pueden hacerlo, con excepción decuando hay peligro de muerte y el bautizo sea necesario de manera urgente.

Es importante notar que el sacramento de la penitencia y reconciliación no se haprohibido durante la pandemia en la arquidiócesis de Detroit. Se les aconseja a lossacerdotes que usen su criterio para determinar cómo pueden ofrecer de manera segura este sacramento a los fieles. De la misma forma, la unción de los enfermos y el cuidado pastoral del enfermo y del moribundo ha continuado tanto como seaposible para los clérigos y respetando las políticas de los hospitales individuales o de los hogares. Para mayor información sobre estas directrices y otros recursos, porfavor visita www.aod.org/emergencyresponse.

Es mi ferviente oración que regresemos pronto a reunirnos de una forma u otra, otra vez en misa. Sabemos que este regreso será y se sentirá diferente a lo queestábamos acostumbrados. A medida que continuamos debemos recordar el amorinfinito de Dios y su capacidad para sacar cosas buenas de nuestras dificultades. Él nos creó a cada uno de nosotros para vivir en este momento durante estapandemia para que podamos dar testimonio de nuestra confianza en la BuenaNueva de la victoria del Señor sobre el sufrimiento y la muerte. Por favor, orenpara que yo esté a la altura de la circunstancias, así como yo oro por ustedes.

Continuemos orando por nuestros heroicos trabajadores de la salud, por losenfermos y por los que han muerto por causa del virus y por sus familias. Losencomendamos a ellos y a toda nuestra arquidiócesis al amor y cuidado de NuestraSeñora de Lourdes, patrona de los enfermos. Para este propósito, los invito a rezarel rosario y a participar en la renovación de la consagración de nuestraarquidiócesis a María en la transmisión en vivo en línea y por Facebook estemiércoles a las 7:00 P.M. A través de este gesto de fe nos unimos una vez más conlos fieles de Canadá y Latinoamérica para encomendar a todas las naciones a nuestra Santa Madre. Por medio de su intercesión, pedimos que Dios ponga fin a la pandemia y sane y proteja a la gente del sureste de Michigan y más allá.

uenten por favor con mis oraciones por ustedes y por todo el estado de Michigandurante estos días. Pido por la intercesión de Nuestra Señora de Lourdes y quedode ustedes,

Sinceramente suyo en Cristo,
Reverendísimo Allen H. Vigneron
Arzobispo de Detroit