¡Lo que está en Uno está en Todo!
El único principio filosófico importante que aprendemos en Filosofía 101 es el problema del Uno y Muchos. Este principio simplemente establece que hay una variedad de cualquier cosa en la vida o en la creación. Sin embargo, en esta variedad de cualquier forma, hay una esencia unificadora. Por ejemplo, hay alrededor de 400.000 plantas con flores en el planeta. Cada uno es singularmente diferente, pero todos son flores. Es por eso que un jardín a menudo se hace más hermoso por una combinación de diferentes flores. No importa sus formas, colores, tamaños y olores, todas son flores. Lo que hay en uno está en todos ellos.
Esta verdad en toda la naturaleza y la creación de Dios es una lucha entre los seres humanos. En nuestra conciencia, a los seres humanos les resulta difícil reconocer que lo que hay en cada persona está en todos los seres humanos: ¡hijos de Dios! Esta es la base del amor de Dios mostrado en Jesucristo, a través del cual todos los seres humanos son llevados a la familia de Dios: la Iglesia. Todos luchan por ser amados y pertenecer a la comunidad humana. Pero algunos continúan trabajando duro para asegurarse de que haya algunas personas o grupos de seres humanos que son menos o no deberían ser parte del grupo, aquellos que importan, como si lo que hay en ellos no se encontrara en otros.
Todas las enseñanzas de Jesús sobre el amor al prójimo, el perdón y el amor a nuestros enemigos, están dirigidas contra las falsas creencias que alienan a algunos seres humanos de la luz del sol del amor y la gracia de Dios. Cada ser humano es nuestro prójimo. Es por eso que la guerra en Sudán, Ucrania y el terremoto en Turquía y Siria que se y siguen cobrando muchas vidas, deben evocar sentimientos compasivos y acciones concretas en nosotros porque son nuestros hermanos y hermanas. Lo que está en uno, está en todos. Es este amor abarcador el que abraza todo lo que es la revolución del cristianismo en un mundo donde el poder y la dominación conducen a todas las formas de opresión y desempoderamiento de los hijos de Dios. Piensa en cómo tu vida afecta a los demás, incluyendo tus buenas y malas decisiones. Rezo por la gracia de abrazar los valores del Evangelio para que podamos ver a todos los hijos de Dios por lo que son: hermanos y hermanas hermosos y adorables. Podemos comenzar esto directamente desde nuestras familias y parroquia. Es en la gracia de Dios en la que siempre confiaremos. Amén