De caos a la sabiduría
¿No sería una gran emoción si todos los sueños y planes sobre nuestra vida eran exactamente como planeamos o soñábamos? ¿Quién no desearía eso? ¡Nos haría todos felices y seguros! ¡En esos términos, quiere decir que tendríamos esposo perfecto, padres perfectos, niños perfectos, hermanos perfectos, pastor y feligreses perfectos, buen trabajo y pago, casa maravillosa en que vivir, amigos fieles y leales, clima excelente, salud excelente, cuerpo y mente óptimo de funcionamiento, y cada uno entendería cada uno! Es más: ¡todos moriríamos en una vejez muy madura! La vida se movería en los patrones derechos y claros que respetan nuestros planes y sueños y expectativas. En este mundo imaginario que estoy describiendo aquí, habrá menos sufrimiento y no habrá emergencias e inesperados que interrumpirían nuestra vida, porque todo sería tan fiable. Los meteorólogos nunca equivocarán en sus pronósticos, el mercado de valores nunca subiría ni bajaría; ¡y no habrá desastres naturales o accidentes en el camino porque todos los conductores se comportarían!
Sé que usted sabe que esto es pura fantasía. Pero no se olvide de que en cierto modo todos deseamos y creemos en un nivel muy inconsciente, que las cosas deben ser así. Después de todo, desde el mundo perfecto de la matriz de nuestra madre a través de los primeros años de nuestra niñez cuando nuestros llantos hacen que la gente corra para hacernos sentir bien, llegamos a creer que la vida es muy fiable. A medida que crecemos, aprendemos ser más realistas y más sabios con las interrupciones que encontramos: la enfermedad inesperada, malas relaciones de todo tipo, los niños que tienen desafíos, pérdida del trabajo, un ser querido que falleció, conflictos en el trabajo, y toda forma de desastres naturales y accidentes. Estas interrupciones pueden humillarnos, y si no podemos aceptar la humildad, nos enfrentamos a la crudeza de una realidad que rechace ser totalmente previsible.
Las ciencias físicas siempre se han enorgullecido por ser tan exactas en cómo ser completamente predecible. Creencia en esta capacidad también ha sido el factor en la elevación de pensamientos racionales superior a cualquier otra forma de conocimiento tal como fe e intuición. Sin embargo, el reconocimiento de la impredecibilidad predecible en el corazón de la vida ha conducido al desarrollo de la teoría del caos que reconoce el comportamiento de sistemas dinámicos. Puesto que todos los aspectos de la vida son dinámicos aun cuando se empapa en los leyes deterministas, significa que incluso los leyes deterministas no permiten previsibilidad completa debido al dinamismo de los sistemas. ¡Ésta es una razón importante por la que nadie se debe trastornar, que también los meteorólogos a veces se equivocan con el pronóstico o un doctor a veces no saber lo que está mal o aún pierde una diagnóstico, o que los expertos de la encuesta no pueden predecir quién gana la próxima elección!
Y así es también en nuestras vidas. Las cosas no siempre van como deseamos o queremos. Es la fe que nos introduce en esa área de la vida donde, nos volvemos humildes y aceptar la mano invisible de Dios que guía nuestros pasos por la previsible y eventos caóticos que nos encontramos y nos lleva a la sabiduría. Nos volvemos más sabios a medida que nos hacemos más humildes, y nos volvemos más humildes a medida que nos damos cuenta de que nuestro conocimiento racional de la vida es muy limitado. Solamente Dios lo sabe todo. Ése es porqué Jesús invita a discípulos decepcionados que crean en lo que han dicho los profetas sobre él, que debe sufrir y levantarse otra vez de la muerte. Las cosas no fueron como esperaban. Pero nuestro Señor les enseña así como él nos enseña hoy: al final, todo será aceptable porque Dios es el quién lleva a cabo nuestra vida. Por lo cual es muy cierto que el conocimiento de Dios es el principio de la sabiduría (Prov. 9:10). Tenga fe en Dios, y tendrá vida al máximo (Jn. 10:10).
~ Padre Cornelius Okeke