¡Sin Ti, Jesús!

“Amaos los unos a los otros”, nos pides, Jesús.

Porque somos tus hermanos y hermanas

Todos, jóvenes y viejos,

No importa el idioma o la cultura.

Somos tus hijos,

¡Y nos amas a todos por igual sin preferencia!

 

Nuestro amor por los demás es una lucha constante, Jesús,

sin tu luz guía.

Es en tu presencia que encontramos la fuerza para amar incondicionalmente.

Solo tu Espíritu rompe las barreras dentro de nosotros:

Las barreras que nos separan de los demás.

Los muros construidos alrededor de nuestro grupo: ¡yo contra otros, nosotros contra ellos!

Incluso en nuestras familias, no siempre nos llevamos bien.

 

Solo podemos confiar en tu Espíritu para quebrantar a cada uno de nosotros,

Porque cuando seamos llenos de tu Espíritu

Nos damos cuenta de que somos sus hermanos y hermanas,

Tus amigos y amigos los unos de los otros,

Entonces nos damos cuenta de que nadie está fuera de tu amor.

Y nadie debe estar fuera de la comunidad de tu amor.

 

Tu amor nos une como Uno en Ti y en los demás.

Entonces podemos amarnos los unos a los otros, no importa de dónde vengan,

O cómo se ven.

¡Es tu Espíritu el que cada uno necesitamos, Jesús!

Para iluminarnos y cambiarnos,

De adentro hacia afuera.

Por lo tanto, podemos amar verdaderamente a los demás.

Porque primero nos has amado a todos.

Alabado seas,

Por los siglos de los siglos. Amén